EPÍLOGO
- Este curso es un comienzo, no un final.
2Tu Amigo te acompaña.
3No estás solo.
4Nadie puede llamarlo en vano.
5Sean cuales sean tus problemas ten por seguro que Él tiene
la solución y que gustosamente te la dará sólo con que te dirijas a Él
y se la pidas.
6Él no se negará a darte todas las respuestas que necesites
para cualquier cosa que parezca perturbarte.
7Él sabe cómo solventar todos los problemas y aclarar todas las dudas.
8Su certeza es tuya.
9Tan sólo necesitas pedírsela, para que te sea dada.
- Tu llegada al hogar es tan segura como la trayectoria que ha sido
trazada para el sol antes de que despunte el alba, después del ocaso y
en las horas de luminosidad parcial que transcurren entremedias.
2De hecho, tu camino es todavía más seguro.
3Pues es imposible cambiar el curso de aquellos que Dios ha llamado a Su vera.
4Obedece, por lo tanto, tu voluntad, y sigue a Aquel a Quien
aceptaste como tu voz, para que te diga lo que realmente quieres y necesitas.
5Suya es la Voz que habla por Dios y también por ti.
6Por lo tanto, Él habla de la libertad y de la verdad.
- Ya no se asignarán más lecciones específicas, pues ya no son necesarias.
2En lo sucesivo, oye tan sólo la Voz que habla por Dios y
por tu Ser cuando abandonas el mundo para buscar en su lugar la realidad.
3Él dirigirá tus esfuerzos, diciéndote exactamente lo que
debes hacer, cómo dirigir tu mente y cuándo debes venir a Él en silencio,
pidiendo Su dirección infalible y Su Palabra certera.
4Suya es la Palabra que Dios te ha dado.
5Suya es la Palabra que elegiste para que fuese la tuya propia.
- Y ahora os pongo en Sus manos, para que seáis Sus fieles seguidores
y Él, vuestro Guía en toda dificultad o dolor que consideréis real.
2Él no os dará ningún placer pasajero, pues sólo da lo bueno y lo eterno.
3Dejad que Él os prepare aún más.
4Él se ha ganado vuestra confianza hablándoos diariamente de
vuestro Padre, de vuestro hermano y de vuestro Ser.
5Y continuará haciéndolo.
6Ahora camináis con Él, tan seguros de vuestro destino como
lo está Él; tan seguros de cómo debéis proceder como lo está Él; tan
seguros de la meta y de que al final la alcanzaréis como lo está Él.
- El final es seguro, y los medios también.
2A esto decimos "Amén".
3Cada vez que tengas que tomar una decisión se te indicará
claramente cuál es la Voluntad de Dios para ti al respecto.
4Y Él hablará por Dios y por tu Ser, asegurándose así de que
el infierno no te reclame, y de que cada decisión que tomes te acerque
aún más al Cielo.
5Así es como hemos de caminar con Él de ahora en adelante,
recurriendo a Él para que nos guíe, nos brinde paz y nos ofrezca una
dirección segura.
6El júbilo nos acompaña,
7pues nos dirigimos a nuestro hogar a través de una puerta
que Dios ha mantenido abierta para darnos la bienvenida.
- A Él le encomendamos nuestros pasos y decimos "Amén".
2Continuaremos recorriendo Su camino en paz, confiándole todas las cosas.
3Y esperaremos Sus respuestas llenos de confianza, cuando le
preguntemos cuál es la Voluntad de Dios en todo lo que hagamos.
4Él ama al Hijo de Dios tal como nosotros queremos amarlo.
5Y nos enseña cómo contemplarlo a través de Sus ojos y a
amarlo tal cómo Él lo ama.
6No caminas solo.
7Los ángeles de Dios revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti.
8Su Amor te rodea, y de esto puedes estar seguro: yo nunca
te dejaré desamparado.
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