LECCIÓN 80
Permítaseme reconocer que
mis problemas se han resuelto.
- Si estás dispuesto a reconocer tus problemas, reconocerás que no tienes ninguno.
2Tu problema central se ha resuelto y no tienes ningún otro.
3Por lo tanto, debes sentirte en paz.
4La salvación, pues, depende de que reconozcas que ése es
el único problema y de que entiendas que ya se ha resuelto.
5Un solo problema, una sola solución.
6La salvación se ha consumado.
7Se te ha liberado de todo conflicto.
8Acepta este hecho, y estarás listo para ocupar el puesto
que te corresponde en el plan de Dios para la salvación.
- ¡Tu único problema ya se ha resuelto!
2Repite esto hoy para tus adentros una y otra vez a lo largo
del día, con gratitud y convicción.
3Has reconocido tu único problema, dándole así paso al
Espíritu Santo para que te dé la respuesta de Dios.
4Has dejado a un lado las decepciones y has visto la luz de la verdad.
5Has aceptado la salvación para ti mismo al llevar el problema a la solución.
6Y puedes reconocer la solución porque has identificado el problema.
- Hoy tienes derecho a la paz.
2Un problema que ya se ha resuelto no te puede perturbar.
3Asegúrate únicamente de no olvidarte que todos los problemas son uno solo.
4Sus múltiples formas no te podrán engañar, mientras te acuerdes de esto.
5Un solo problema, una sola solución.
6Acepta la paz que te brinda esta sencilla afirmación.
- En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy reivindicaremos
la paz que inevitablemente será nuestra una vez que el problema y la
solución se hayan reconciliado.
2El problema tiene que haber desaparecido porque la
respuesta de Dios no puede fallar.
3Al haber reconocido el problema has reconocido la solución.
4La solución es inherente al problema.
5Se te ha contestado, y tú has aceptado la respuesta.
6Te has salvado.
- Permite ahora que se te dé la paz que tu aceptación te brinda.
2Cierra los ojos y recibe tu recompensa.
3Reconoce que tus problemas se han resuelto.
4Reconoce que no tienes conflictos, y que estás libre y en paz.
5Sobre todo, recuerda que tienes un solo problema y que el
problema tiene una sola solución.
6En esto reside la simplicidad de la salvación.
7Por eso es por lo que su eficacia está garantizada.
- Afirma hoy con frecuencia que tus problemas ya se han resuelto.
2Repite la idea con absoluta convicción tan a menudo como sea posible.
3Y asegúrate en particular, de aplicar la idea de hoy a
cualquier problema concreto que pueda surgir.
4Di de inmediato:
5Permítaseme reconocer que este problema ya se ha resuelto.
- Propongámonos no acumular resentimientos hoy.
2Propongámonos estar libres de problemas que no existen.
3Para lograr esto sólo se requiere honestidad.
4No te engañes con respecto a cuál es el problema, y no
podrás sino reconocer que se ha resuelto.
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