LECCIÓN 325
Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas.
- Ésta es la clave de la salvación: lo que veo es el reflejo de un
proceso mental que comienza con una idea de lo que quiero.
2A partir de ahí, la mente forja una imagen de eso que desea,
lo juzga valioso y, por lo tanto, procura encontrarlo.
3Estas imágenes se proyectan luego al exterior, donde se
contemplan, se consideran reales y se defienden como algo propio de uno.
4De deseos dementes nace un mundo demente,
5y de juicios, un mundo condenado.
6De pensamientos de perdón, en cambio, surge un mundo apacible
y misericordioso para con el santo Hijo de Dios, cuyo propósito es
ofrecerle un dulce hogar en el que descansar por un tiempo antes de
proseguir su jornada, y donde él puede ayudar a sus hermanos a seguir
adelante con él y a encontrar el camino que conduce al Cielo y a Dios.
- Padre nuestro, Tus ideas reflejan la verdad, mientras que las
mías separadas de las Tuyas, tan sólo dan lugar a sueños.
2Déjame contemplar lo que sólo las Tuyas reflejan, pues son
ellas las únicas que establecen la verdad.
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