LECCIÓN 304
Que mi mundo no nuble la visión de Cristo.
- Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella.
2Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo
contempla a menos que utilice Su visión.
3La percepción es un espejo, no un hecho.
4Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera.
5Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo.
6Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados.
- Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la santidad.
2Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo.
3Ése es Tu regalo, Padre mío, que se me concede para que yo
se lo ofrezca a Tu santo Hijo, de manera que él pueda hallar Tu recuerdo,
y el de Tu Hijo tal como Tú lo creaste.
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