LECCIÓN 298
Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo.
- Mi gratitud hace posible que mi amor sea aceptado sin miedo.
2Y, de esta manera, se me restituye por fin mi Realidad.
3El perdón elimina todo cuanto se interponía en mi santa visión.
4Y me aproximo al final de todas las jornadas absurdas, las
carreras locas y los valores artificiales.
5En su lugar, acepto lo que Dios establece como mío, seguro
de que sólo mediante ello me puedo salvar, y de que atravieso el miedo
para encontrarme con mi Amor.
- Padre, hoy vengo a Ti porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo.
2Tú estás a mi lado.
3Tu camino es seguro.
4Y me siento agradecido por tus santos regalos: un santuario
seguro y la escapatoria de todo lo que menoscabaría mi amor por Dios mi
Padre y por Su santo Hijo.
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