LECCIÓN 281
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
- Padre, Tu Hijo es perfecto.
2Cuando pienso que algo o alguien me ha hecho daño, es porque
me he olvidado de quién soy y de que soy tal como Tú me creaste.
3Tus Pensamientos sólo pueden proporcionarme felicidad.
4Si me siento triste, herido o enfermo, es porque he olvidado
lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas ideas en el lugar donde
a Tus Pensamientos les corresponde estar, y donde están.
5Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
6Los Pensamientos que pienso Contigo sólo pueden bendecir,
7y sólo ellos son verdad.
- Hoy no me haré daño a mí mismo.
2Pues me encuentro mucho más allá de cualquier dolor.
3Mi Padre me puso a salvo en el Cielo y vela por mí.
4Y yo no quiero atacar al Hijo que Él ama porque lo que Él
ama es también objeto de mi amor.
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