LECCIÓN 277
No dejes que aprisione a Tu Hijo con
leyes que yo mismo inventé.
- Tu Hijo es libre, Padre mío.
2No dejes que me imagine que lo he aprisionado con las leyes
que yo mismo inventé para que gobernasen el cuerpo.
3Él no está sujeto a ninguna de las leyes que promulgué para
ofrecerle más seguridad al cuerpo.
4Lo que cambia no puede alterarlo a él en absoluto.
5Él no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo.
6Él es tal como Tú lo creaste porque no conoce otra ley que
la del amor.
- No adoremos ídolos ni creamos en ninguna ley que la idolatría
quiera maquinar para ocultar la libertad de que goza el Hijo de Dios.
2El Hijo de Dios no está encadenado por nada excepto por sus propias creencias.
3Mas lo que él es, está mucho más allá de su fe en la esclavitud o en la libertad.
4Es libre por razón de Quién es su Padre.
5Y nada puede aprisionarlo a menos que la verdad de Dios pueda
mentir y Dios pueda disponer engañarse a Sí Mismo.
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