LECCIÓN 265
Lo único que veo es la mansedumbre de la creación.
- Ciertamente no he comprendido el mundo, ya que proyecté sobre él
mis pecados y luego me vi siendo el objeto de su mirada.
2¡Qué feroces parecían!
3¡Y cuán equivocado estaba al pensar que aquello que temía
se encontraba en el mundo en vez de en mi propia mente!
4Hoy veo el mundo en la mansedumbre celestial con la que
refulge la creación.
5En él no hay miedo.
6No permitas que ninguno de mis aparentes pecados nuble la
luz celestial que refulge sobre el mundo.
7Lo que en él se refleja se encuentra en la Mente de Dios.
8Las imágenes que veo son un reflejo de mis pensamientos.
9Pero mi mente es una con la de Dios.
10Por lo tanto, puedo percibir la mansedumbre de la creación.
- En la quietud quiero contemplar el mundo, el cual refleja
únicamente Tus Pensamientos, así como los míos.
2Concédaseme recordar que son lo mismo, y veré la mansedumbre
de la creación.
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