LECCIÓN 257
Que no me olvide de mi propósito.
- Si me olvido de mi objetivo no podré sino estar confundido e inseguro
acerca de quién soy, y así, mis acciones no podrán sino ser conflictivas.
2Nadie puede estar al servicio de objetivos contradictorios, y servirlo bien.
3Tampoco puede desenvolverse sin que se abata sobre él una
profunda angustia y depresión.
4Resolvamos hoy, por lo tanto, recordar lo que queremos
realmente, para así unificar nuestros pensamientos y acciones de manera
que tengan sentido y para llevar a cabo únicamente lo que Dios quiere
que hagamos este día.
- Padre, el perdón es el medio que Tú has elegido para nuestra salvación.
2No permitas que nos olvidemos hoy de que no tenemos otra voluntad que la Tuya.
3Y así, nuestro propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si
queremos alcanzar la paz que Tú has dispuesto para nosotros.
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