LECCIÓN 254
Que se acalle en mí toda voz que no sea la de Dios.
- Padre, hoy quiero oír sólo Tu Voz.
2Vengo a Ti en el más profundo de los silencios para oír Tu
Voz y recibir Tu Palabra.
3No tengo otra oración que ésta: que me des la verdad.
4Y la verdad no es sino Tu Voluntad, que hoy quiero compartir
Contigo.
- Hoy no dejaremos que los pensamientos del ego dirijan nuestras
palabras o acciones.
2Cuando se presenten, simplemente los observaremos con calma
y luego los descartaremos.
3No deseamos las consecuencias que nos acarrearían.
4Por lo tanto, no elegimos conservarlos.
5Ahora se han acallado.
6Y en esa quietud, santificada por Su Amor, Dios se comunica
con nosotros y nos habla de nuestra voluntad, pues hemos decidido
recordarle.
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