LECCIÓN 252
El Hijo de Dios es mi Identidad.
- La santidad de mi Ser transciende todos los pensamientos de
santidad que pueda concebir ahora.
2Su refulgente y perfecta pureza es mucho más brillante
que cualquier luz que jamás haya contemplado.
3Su amor es ilimitado, y su intensidad es tal que abarca
dentro de sí todas las cosas en la calma de una queda certeza.
4Su fortaleza no procede de los ardientes impulsos que
hacen girar al mundo, sino del Amor ilimitado de Dios Mismo.
5¡Cuán alejado de este mundo debe estar mi Ser!
aY, sin embargo, ¡cuán cerca de mí y de Dios!
- Padre, Tú conoces mi verdadera Identidad.
2Revélamela ahora a mí que soy Tu Hijo, para que pueda
despertar a la verdad en Ti, y saber que se me ha restituido el
Cielo.
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