LECCIÓN 250
Que no vea ninguna limitación en mí.
- Permítaseme contemplar al Hijo de Dios hoy y ser un testigo de su gloria.
2Y que no trate de empañar la santa luz que mora en él y ver
su fuerza menoscabada y reducida a la fragilidad; que no perciba en él
las deficiencias con las que atacaría su soberanía.
- Él es Tu Hijo, Padre mío.
2Y hoy quiero contemplar su ternura en lugar de mis ilusiones.
3Él es lo que yo soy, y tal como lo vea a él, me veré a mí mismo.
4Hoy quiero ver verdaderamente, para que en este mismo día
pueda por fin identificarme con él.
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