LECCIÓN 221
Que mi mente esté en paz y que todos mis
pensamientos se aquieten.
- Padre, hoy vengo a Ti en busca de la paz que sólo Tú puedes dar.
2Vengo en silencio.
3Y en la quietud de mi corazón -en lo más recóndito de mi
mente-, espero y estoy a la escucha de Tu Voz.
4Padre mío, háblame hoy.
5Vengo a oír Tu Voz en silencio, con certeza y con amor, seguro
de que oirás mi llamada y de que me responderás.
- Y ahora aguardamos silenciosamente.
2Dios está aquí porque esperamos juntos.
3Estoy seguro de que Él te hablará y de que tú le oirás.
4Acepta mi confianza, pues es la tuya.
5Nuestras mentes están unidas.
6Esperamos con un solo propósito: oír la respuesta de nuestro
Padre a nuestra llamada, dejar que nuestros pensamientos se aquieten y
encontrar Su paz, para oírle hablar de lo que nosotros somos y para que
Él Se revele a Su Hijo.
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