LECCIÓN 199
No soy un cuerpo. Soy libre.
- No podrás ser libre mientras te percibas a ti mismo como un cuerpo.
2El cuerpo es un límite.
3El que busca su libertad en un cuerpo la busca donde ésta no se puede hallar.
4La mente puede ser liberada cuando deja de verse a sí misma
como que está dentro de un cuerpo, firmemente atada a él y amparada por
su presencia.
5Si esto fuese cierto, la mente sería en verdad vulnerable.
- La mente que está al servicio del Espíritu Santo es ilimitada
para siempre y desde cualquier punto de vista, transciende las leyes del
tiempo y del espacio; está libre de ideas preconcebidas y dispone de la
fortaleza y del poder necesarios para hacer cualquier cosa que se le pida.
2Los pensamientos de ataque no pueden entrar en una mente
así, toda vez que ha sido entregada a la Fuente del amor, y el miedo
no puede infiltrarse en una mente que se ha unido al amor.
3Dicha mente descansa en Dios.
4¿Y quién que viva en la Inocencia sin hacer otra cosa que
amar podría tener miedo?
- Es esencial para tu progreso en este curso que aceptes la idea
de hoy y que la tengas en gran estima.
2No te preocupes si al ego le parece completamente descabellada.
3El ego tiene en gran estima al cuerpo porque mora en él, y
no puede sino vivir unido al hogar que ha construido.
4Es una de las partes de la ilusión que ha ayudado a mantener
oculto el hecho de que él mismo es algo ilusorio.
- Ahí se esconde y ahí se le puede ver como lo que es.
2Declara tu inocencia y te liberas.
3El cuerpo desaparece al no tener tú ninguna necesidad de él,
excepto la que el Espíritu Santo ve en él.
4A tal fin, el cuerpo se percibirá como una forma útil para
lo que la mente tiene que hacer.
5De este modo se convierte en un vehículo de ayuda para que
el perdón se extienda hasta la meta todo abarcadora que debe alcanzar,
de acuerdo con el plan de Dios.
- Ten en gran estima la idea de hoy, y ponla en práctica hoy y cada día.
2Haz que pase a formar parte de cada sesión de práctica que lleves a cabo.
3No hay pensamiento cuyo poder de ayudar no aumente con esta
idea, ni ninguno que de esta manera no adquiera regalos adicionales para ti.
4Con esta idea hacemos resonar la llamada a la liberación por todo el mundo.
5¿Y estarías acaso tú excluido de los regalos que haces?
- El Espíritu Santo es el hogar de las mentes que buscan la libertad.
2En Él han encontrado lo que buscaban.
3El propósito del cuerpo deja de ser ahora ambiguo.
4Y su capacidad de servir un objetivo indiviso se vuelve perfecta.
5Y en respuesta libre de conflicto e inequívoca a la mente
que sólo tiene como objetivo el pensamiento de libertad, el cuerpo sirve
su propósito y lo sirve perfectamente.
6Al no poder esclavizar, se vuelve un digno servidor de la
libertad que la mente que mora en el Espíritu Santo persigue.
- Sé libre hoy.
2Y da el regalo de libertad a todos aquellos que creen estar
esclavizados en el interior de un cuerpo.
3Sé libre, de modo que el Espíritu Santo se pueda valer de
tu liberación de la esclavitud y poner en libertad a los muchos que se
perciben a sí mismos encadenados, indefensos y atemorizados.
4Permite que el amor reemplace sus miedos a través de ti.
5Acepta la salvación ahora, y entrégale tu mente a Aquel que
te exhorta a que le hagas este regalo.
6Pues Él quiere darte perfecta libertad, perfecta dicha, así
como una esperanza que alcanza su plena realización en Dios.
- Tú eres el Hijo de Dios.
2Vives en la inmortalidad para siempre.
3¿No te gustaría retornar tu mente a esto?
4Practica entonces debidamente el pensamiento que el Espíritu
Santo te da para el día de hoy.
5En él tus hermanos y tú os alzáis liberados; el mundo es
bendecido junto contigo; el Hijo de Dios no volverá a llorar y el Cielo
te da las gracias por el aumento de gozo que tu práctica le proporciona
incluso a él.
6Dios Mismo extiende Su amor y felicidad cada vez que dices:
7No soy un cuerpo.
8Soy libre.
9Oigo la Voz que Dios me ha dado, y es sólo esa Voz la que
mi mente obedece. |