UN CURSO DE MILAGROS
LIBRO DE EJERCICIOS (Primera parte)

Día 12 de marzo


LECCIÓN 71


Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

  1. Tal vez aún no te hayas percatado de que el ego ha urdido un plan para la salvación que se opone al de Dios. Ese es el plan en el que crees. 2Dado que es lo opuesto al de Dios; crees también que aceptar el plan de Dios en lugar del del ego es condenarte. 3Esto, desde luego, parece absurdo. 4Sin embargo, una vez que hayamos examinado en qué consiste el plan del ego, quizá te des cuenta de que, por muy absurdo que parezca, es ciertamente lo que crees.

  2. El plan del ego para la salvación se basa en abrigar resentimientos. 2Mantiene que, si tal persona actuara o hablara de otra manera, o si tal o cual acontecimiento o circunstancia externa cambiase, tú te salvarías. 3De este modo, la fuente de la salvación se percibe constantemente como algo externo a ti. 4Cada resentimiento que abrigas es una declaración y una aseveración en la que crees, que reza así: "Si esto fuese diferente, yo me salvaría". 5El cambio de mentalidad necesario para la salvación, por lo tanto, se lo exiges a todo el mundo y a todas las cosas excepto a ti mismo.

  3. El papel de tu mente en este plan consiste, pues, en determinar qué es lo que tiene que cambiar -a excepción de ella misma- para que tú te puedas salvar. 2De acuerdo con este plan demente, cualquier cosa que se perciba como una fuente de salvación es aceptable, siempre y cuando no sea eficaz. 3Esto garantiza que la infructuosa búsqueda continúe, pues se mantiene viva la ilusión de que, si bien esta posibilidad siempre ha fallado, aún hay motivo para pensar que podemos hallar lo que buscamos en otra parte y en otras cosas. 4Puede que otra persona nos resulte mejor; otra situación tal vez nos brinde el éxito.

  4. Tal es el plan del ego para tu salvación. 2Seguramente habrás notado que está completamente de acuerdo con la doctrina básica del ego que reza: "Busca, pero no halles". 3Pues, ¿qué mejor garantía puede haber de que no hallarás la salvación que canalizar todos tus esfuerzos buscándola donde no está?

  5. El plan de Dios para la salvación es eficaz sencillamente porque bajo Su dirección, buscas la salvación allí donde ésta se encuentra. 2Pero si has de tener éxito, como Dios promete que lo has de tener, tienes que estar dispuesto a buscarla sólo allí. 3De lo contrario, tu propósito estará dividido e intentarás seguir dos planes de salvación que son diametralmente opuestos en todo. 4El resultado no podrá ser otro que confusión, infelicidad, así como una profunda sensación de fracaso y desesperación.

  6. ¿Cómo puedes librarte de todo esto? 2Muy fácilmente. 3La idea de hoy es la respuesta. 4Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. 5En esto no puede haber realmente ningún conflicto porque no existe ninguna alternativa al plan de Dios que te pueda salvar. 6El Suyo es el único plan cuyo desenlace es indudable. 7El Suyo es el único plan que tendrá éxito.

  7. Que nuestra práctica de hoy consista en reconocer esta certeza. 2Y regocijémonos de que haya una respuesta para lo que parece ser un conflicto sin solución. 3Para Dios todo es posible. 4Alcanzarás la salvación por razón de Su plan, el cual no puede fallar.

  8. Comienza hoy tus dos sesiones de práctica más largas pensando en la idea de hoy y observando que consta de dos partes, las cuales contribuyen en igual medida al todo. 2El plan de Dios para tu salvación tendrá éxito, pero otros planes no. 3No permitas que la segunda parte te cause depresión o enfado, pues esa parte es inherente a la primera. 4Y la primera te releva totalmente de todos tus intentos descabellados y de todos tus planes dementes para liberarte a ti mismo. 5Todos ellos te han llevado a la depresión y a la ira, pero el plan de Dios triunfará. 6Su plan te conducirá a la liberación y a la dicha.

  9. Teniendo esto presente, dediquemos el resto de las sesiones de práctica más largas a pedirle a Dios que nos revele Su plan. 2Preguntémosle muy concretamente:
    3¿Qué quieres que haga?
    4¿Adónde quieres que vaya?
    5¿Qué quieres que diga y a quién?
    6Deja que Él se haga cargo del resto de la sesión de práctica y que te indique qué es lo que tienes que hacer en Su plan para tu salvación. 7Él responderá en la misma medida en que tú estés dispuesto a oír Su Voz. 8No te niegues a oírla. 9El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. 10Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta.

  10. Durante las sesiones de práctica cortas repite con frecuencia que el plan de Dios para tu salvación, y solamente el Suyo, tendrá éxito. 2Mantente alerta hoy para no caer en la tentación de abrigar resentimientos, y responde a esas tentaciones con esta variación de la idea de hoy:
    3Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación. 4Y únicamente Su plan tendrá éxito.
    5Trata de recordar la idea de hoy unas seis o siete veces por hora. 6No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, o menos, que recordando la Fuente de tu salvación y viéndola allí donde se encuentra.